Han pasado ya tres años y medio, casi cuatro años, desde que nació Mayor y me he decidido a contar como fue. La verdad que no me ha dejado un buen sabor de boca y no tengo muchas ganas de que me afloren de nuevo algunos sentimientos de rabia e impotencia pero bueno... ahí va.
Todo el embarazo fue estupendo, engordé algunos kilillos de más pero no me importaba porque tenia ganas de estrenarme como madre, de vivir una de las experiencias más fascinantes de cualquier mujer: el nacimiento de un hijo.
Mayor se hizo esperar, llegue a las 42 semanas y en mi última revisión de monitores me dieron fecha para provocarme el parto. Ingresé en el hospital a las nueve (obediente, como me dijeron) y me llevaron a una habitación con una compañera que estaba en mi misma situación. A todo esto he de añadir que ya llevaba unos días con contracciones más o menos frecuentes por lo que creo que si me hubiesen dejado habría sido todo más "natural".
Entraron unas tres chicas y una de ellas me hizo un tacto "sin tacto" y me dijo que con esto me había ahorrado unas horas ... en ese momento no sé de que me hablaba porque, claro, una es primeriza y no te cuentan nada, sólo esperan que te portes bien, te dejes hacer y hagas caso de todo sin rechistar. Creo que me hicieron la famosa
maniobra de Hamiltong.
La verdad que tuve "suerte" porque me empezaron unas contracciones más o menos rítmicas pero muy poco dolorosas. Me recomendaron andar y eso hice. Luego no recuerdo si me dieron de comer. A las seis vino otra chica que me hizo otro tacto, me dijo que estaba de tres centímetros y que me subían al paritorio. Entre medias creo que me hicieron más exploraciones pero eso ahora no lo recuerdo. De lo que si me acuerdo es que me pusieron el enema y me hizo efecto en el baño compartido (vaya vergüenza pasé).
Ya en el paritorio me tumbaron en la cama me exploraron otra vez y me hicieron mucho daño. Estaban la matrona, una estudiante que también me metía mano aunque era la única agradable de la sala y la enfermera. Pues ahí estaba la matrona explorándome sin ningún escrúpulo con un gancho para romperme la bolsa y poder clavar a mi hija una chincheta en la cabeza con la que poder hacer la
monitorización interna. Claro, a mi me hacia daño al intentar llegar para romperme la bolsa y yo me subía para arriba a lo que ella me respondió
"no te subas, relajate que si no me hago daño y no llego". Pues venga Rebe, intenta colaborar que lo está haciendo por tu bien...
Fase superada, yo dolorida y con sentimiento de culpa. El agua moja todo y me cambian los empapadores. En el monitor puedo escuchar los latidos de Mayor y mi marido me acompaña ahora ya que antes lo habían sacado de la sala. Nos quedamos solos.
Me vinieron unas contracciones dolorosisimas, una detrás de otra, alguna incluso sin descanso (la
oxitocina hacia su efecto), no podía moverme ya que estaba con el cable de la cabeza de mi hija al monitor y con la vía que me administraba los medicamentos en la mano. Intento superar las contracciones pero no lo consigo y le pido a mi marido que vaya YA a buscar al anestesista. El pobre me animaba y me decía que lo estaba haciendo muy bien. Creo que le mandé a la mierda jajajaja.
Al rato, que me pareció larguisimo, llegaron los de la epidural, como cinco o seis, no sé para que tantos. Bueno, el caso que volvieron a sacar a mi marido fuera de la sala, me sentaron y entre contracciones me colocaron y me pusieron la epidural. Estupendo. No siento nada.
Me tumbo, me siguen explorando no sé cuantas veces, me ponen una sonda (para el pis) y claro, como tenia la zona tan dormida pues se me relaja el esfinter (por decirlo finamente). Me cambia los empapadores la enfermera no-simpática que se queja a la matrona que anda entrando y saliendo.
Entre tanto la matrona le explica a la estudiante que meta la mano para comprobar la posición del niño y tal y cual y las fontanelas y....
Una de las cosas que deberían de haberme dicho es que si quiero servir de conejillo de indias para que lo que no me habría negado pero lo que me jode (hablando claro) es que ni se molestasen. Que mi cuerpo les pertenece, que se lo cedo voluntariamente por mi ignorancia pensando que lo dejo en buenas manos y nada mas lejos de la realidad...
Empieza mi indignación...tanta rutina, tanto protocolo... ¿para qué?
De nuevo solos los dos. Empiezo a sentir las contracciones más fuertes y como me han dejado un botoncito los anestesistas diciendome que si siento molestias puedo aumentar un poco la epidural pues le doy. El cacharro empieza a sonar y yo noto una presión muy fuerte en mis genitales. Me asusto. El cacharro se ha roto y me está llenando toda la columna de anestesia. Le digo a mi marido que avise a la matrona. Y llega.
Me explora y me dice que tengo que empezar a empujar cada vez que me venga una contracción, que lo que noto es la cabeza de mi hija que empieza a querer salir...pufff, menudo susto que me había llevado.
De nuevo, y esto es algo que no entiendo por favor alguien me lo explique, es que nos deja solos. Mi marido me chivaba las contracciones para saber cuando tenia que empujar porque yo no sentía nada de nada, el último chute no me lo tenia que haber dado...¿y yo que sabia cuanto tiempo iba a estar allí? Pues lo dicho, ahí estábamos los dos cosa así de una hora, yo estaba hasta aburrida de empujar y con miedo pensando que se me fuese a salir.
De nuevo vuelve la matrona (ahora sé que tenia que atender otros parto y me dejó para cuando me tocaba) y un celador me coloca las piernas en los estribos . Aquí ya perdí la cuenta de lo que me hacían. Ni idea. La puerta se quedaba abierta, entraba y salia gente y yo despatarrada ya me daba hasta lo mismo. Me dijo empuja fuerte y claro yo hacia lo que podía. Una chica-enfermera-matrona-médico se subió a mi tripa con el codo y a la que yo empujaba ella también lo hizo (maniobra de Kristler). Gracias a ella me había quitado trabajo. Eso dijo. Nació a las 22:45
Lo bonito y maravilloso fue que me la dejaron acabar de sacar y me la dejaron mientras le cortaban el cordón. Ya estaba conmigo, por fin había nacido. A mi marido se le saltaron las lagrimillas y le preguntaron que si estaba bien que si se había mareado o quería sentarse jajajaja la verdad que lo vio todo en primera fila.
Luego se la llevaron al lado, a una mesita que tenían preparada para hacerla todo el protocolo. Vitamina K, colirio, aspiración de fosas nasales... lo que no sé es si le hicieron lo de impermeabilidad del ano. Imagino que si.
Entretanto a mi me cosieron durante veinte minutos por lo que imagino que no fueron sólo tres puntitos. He entrado a engrosar la lista de primerizas a las que le realizan
episiotomia (cuanto lo odio). Después de esto me la dejaron para que le diese el pecho y me tuvieran en observación antes de subirme a planta.
Yo estaba estupenda, radiante, tenia a mi hija y no me había "costado" trabajo. Me preguntaban que que tal estaba y decía: Estupendamente. El problema empezó a venir cuando se me pasó la epidural porque la episiotomia me dolía mucho y no me dejaba moverme para coger o mover a mi hija. Tuve que estar drogada a paracetamol e ibuprofeno durante varios días y eso sumado a la depresión post parto que pase... un poco infierno la verdad.
La indignación y la rabia me vino después, cuando empecé a darme cuenta de como me sentí, de como me trataron, de lo vejada que estuve postrada en la cama a la voluntad de los que quisiesen. Uno de los momentos más bellos fue estropeado, interrumpido, no le dejaron seguir su curso de manera natural porque no me tocaba o porque ahora no es el momento pero luego si. Me siento frustrada y robada, mancillada y herida.
Por esto no quise repetir la experiencia en mi segundo parto y opté por una opción natural en mi propia casa. siendo respetada y escuchada.
He saboreado lo que son los dos partos y sin ninguna duda me quedo con el
nacimiento de Pequeña. Sencillamente dejé a la Naturaleza seguir su curso y ella me ofreció un regalo maravilloso. Aunque muchos creen que fui valiente yo no lo veo de esa manera, me informé y me dio miedo acudir al hospital porque lo que allí hacen es aumentar el índice de riesgos en el parto, las cesarias, los fórceps, las episiotomias en casa no son necesarias porque nuestro cuerpo está preparado para esto. Valiente me parece acudir a un hospital a jugar a la lotería con el equipo médico que te toque y si está dispuesto a escuchar tu plan de parto o si piensan que eso son tonterías.
Mi tercer parto, si mi embarazo es normal, también
será en casa. Y desde aquí os animo a que por lo menos os informeis y busqueis la opción mas natural, incluso sin epidural.