Visitando blogs de mamás he encontrado una reflexión que me ha gustado mucho acerca del tiempo que le dedicamos a nuestros hijos. Me ha parecido bastante acertado y no puedo más que estar de acuerdo con lo que dice.
La verdad que nos intentan "convencer" por todos lados que es más importante la calidad del tiempo, aunque sean quince minutos, que la cantidad de él que pasamos con nuestros hijos y creo que eso lo queremos creer para no sentirnos tan culpables a la hora de dejarlos con terceras personas. Tampoco digo pasar todo el día con ellos y no prestarle la mas mínima atención, si no a estar presentes en su desarrollo diario, a estar pendientes de su evolución día a día, de estar a su lado cuando todavía nos necesitan.
Y es que me siento enormemente culpable cuando me voy a trabajar y la dejo en la guarde al que luego va a recoger una de sus abuelas y no la veo hasta la hora de la cena. Y cuando llega el fin de semana y hay que ocuparse de los quehaceres de la casa, poner lavadoras, planchar....
Me doy cuenta que crece y que hay demasiadas personas implicadas en su educación (colegio, abuelas, padres...) y no les puedes decir de que manera hacer las cosas porque ya ellas han educado y criado a unos hijos y saben como hay que hacerlo. Te escuchan y luego hacen lo que les parece.
Todo esto sumado a un libro que me estoy leyendo de Laura Gutman que vienen a decir que tenemos que nutrir a nuestros hijos con amor incondicional y que la sociedad como está establecida hoy en día no está ayudando a las madres a ser lo que tienen que ser "MADRES". Que estamos ocupadas en nuestro desarrollo personal, en tener tiempo para nosotras...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario me hace seguir